La mielopatía ( de “Mielos” médula y “Pathos” enfermedad) consiste en una afección por compresión crónica (es decir, lenta y prolongada) de la médula espinal, generalmente en el cuello. (Cuando los médicos dicen que la médula espinal está «comprimida», quieren decir que está siendo presionada y apretada). Aunque puede aparecer en personas jóvenes, al deberse una compresión mantenida en el tiempo a menudo afecta a los adultos mayores, y afecta a los hombres a una edad más temprana que las mujeres.

La mielopatía es el problema más común de la médula espinal en las personas de 55 años o más de los Estados Unidos.

En la médula cervical (que es tejido del Sistema Nerviso Central como el del cerebro) se encuentran los nervios que llevan a los músculos las órdenes del cerebro y al contrario, mandan al cerebro la sensibilidad que recogen del cuerpo. Cuando esta zona se estrecha, la médula se comprime y se van trastornando las células nerviosas impidiendo así un funcionamiento correcto de la médula. La zona afectada suele ser entre las vértebras C4 y C7.

Causas

Una causa frecuente es la artrosis cervical. Como sucede en cualquier articulación afectada por la artrosis, el hueso crece excesivamente y el conducto de las vértebras se estrecha. Otro motivo de estrechamiento del canal medular son las hernias discales que, si son especialmente grandes y centrales pueden producir una compresión directa de la medula. Aunque es menos habitual, los factores hereditarios también son influyentes en esta enfermedad.

Síntomas

El cuadro clínico incluye dolor cervical, síntomas sensitivos y motores. Los signos y síntomas motores suelen ser los más prominentes: debilidad de predominio en miembros superiores, debilidad y espasticidad en miembros inferiores, alteración de la marcha y dificultad para caminar. La debilidad y la falta de equilibrio provocan que los pasos sean lentos, pequeños y con las piernas más separadas de lo normal.

Los síntomas sensitivos son más variables y suelen debutar en partes distales de miembros superiores, ya que donde más se refleja es en una sensación de torpeza en las manos, agarrotamiento, se duermen, pierden fuerza y esto impide la realización de actividades como abrocharse un botón, pasar un plato de comida, abrir una puerta con una llave. También pueden aparecer sensaciones de hormigueos en los miembros inferiores.